miércoles, 24 de agosto de 2011

INAI entrega documento de sentencia sobre posesión de tierras a los Ayllus del Tinkunaku.

SALTA-ARGENTINA: MULTITUDINARIO Y EMOTIVO ACTO EN LA COMUNIDAD ORIGINARIA KOLLA RIO BLANQUITO, DEPARTAMENTO ORAN.

Hubo desfile, danzas, coplas y homenaje a sobreviviente de la marcha de 1983 denominada “Malón de la Paz”.


Multitud presentes en el acto de la comunidad Río Blanquito


Por: jacintoaceri@hotmail.com (Equipo de Comunicadores ENOTPO)

En la madrugada del día viernes 19 de agosto, una comisión del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) compuesto por el presidente el Dr. Daniel Ricardo Fernández, el Director de la Dirección de Tierra y de Registros de Comunidades (RENACI) Dr. Antonio Del Elce, la Directora de la Dirección de Afirmación de Derechos Indígenas (DADI) Dra. Marcela Ángela Jaramillo y demás acompañantes emprendieron viaje desde la ciudad de Orán, conjuntamente con directivos del Tinkunaku, hasta la comunidad koya Río Blanquito, donde se llevó a cabo un emotivo acto por la entrega del documento de sentencia de 19 mil hectárea que posibilita la posesión de las tierras ancestrales a las cuatro comunidades que nuclea la organización.

“Muchos murieron en el camino por conseguir el objetivo final. Así sucedió la batalla de los tatas, en el altiplano. Luego la batalla de Quera, donde perdimos, pero el objetivo seguía intacto. Mil novecientos cuarenta y seis (1946), ciento setenta y cuatro Kallas y vallitos, iniciaron lo que se llamó el Malón de la Paz, los que se aventuraron ir a Buenos Aires en otro intento por recurar nuestras tierras”. Así comenzó el acto frente a una multitud de hermanos provenientes de los ayllus de San Andrés, Río Blanquita, Los Naranjos y Angosto el Paraní,

El relato de la gesta heroica que protagonizaron en aquella memorable marcha prosiguió en la mañana antes de la intervención de las principales autoridades presentes. “En los caminos tucumanos ofrenda su vida el valiente koya Doroteo Ramos, enlutando y haciendo más triste la marcha, a su vez, cada uno se sentía más comprometido, sellando así el sacrificio Kolla. Mil novecientos ochenta y siete, al regreso de la caravana a Salta, el bravo río Reondas arrebata las vidas de los niños Mirta Arias, de solo cuatro años, Martín Palacios, de tres años, y el hijo de don Alejandro Cruz, de tan solo seis meses.

Los ríos se secaron en el invierno, pero las lágrimas del koya, por la partida de esos angelitos, no se secaron nunca. Y sirvieron para regar la ilusión de ser libres otra vez y dueños de nuestras tierras. Mil novecientos noventa y siete, luego de que nos arrinconaran en nuestros cerros y viéramos morir a nuestros animales con lágrimas de nuestras guaguas, de nuestras mujeres, y hasta de nuestros hombres, el dolor conjunto nos hizo ver al gigante de la injusticia y decidimos jugar nuestra suerte a todo o nada en la histórica Cuesta Chica, en el Ayllus de San Andrés.

Allí enfrentamos a quién nos arrebatara la tierra, conscientes que en esto se nos iba la vida. Dos mil nueve, un grupo de universitarios kollas en la Universidad Nacional de Córdoba, liderado por el estudiante Rubén Darío Paredes crea la agrupación “El Malón Vive”, haciendo honor a los cientos setenta y cuatro kollas del Malón de la Paz, del cuál existe y tenemos el privilegio y gusto de tener entre nosotros al único sobreviviente, junto con el Sr. Tito Jiménez que se encuentra en la ciudad de Tucumán, de esa marcha koya y que pertenece a esta zona, el hermano Eugenio Zárate,” relató Fidencio Paredes.

Por su parte, el presidente del Tinkunaku, Herminio Cruz, en su discurso resaltó la importancia del acto, llamó a continuar luchando por las tierras que aún faltan y agradeció el acompañamiento del gobierno nacional. “Me siento honrado y feliz por lo que hoy estamos viviendo, y siendo protagonistas justamente con los cuatro ayllus, único, especial e histórico por recibir el título de estas tierras que ancestralmente nos pertenecen, pero faltan muchos más para la escrituración de la totalidad de nuestras tierras. Todo esto se debe al impulso de todos nuestros hermanos, que están cansados de sufrir tantos atropellos, discriminación, privacidad de toda libertad por parte de los terratenientes. Y hoy, el Estado Nacional está dando cumplimiento de la ley de expropiación demandada, con un título único de propiedad comunitaria en nombre de la comunidad del pueblo Kolla Tinkunaku. Gracias a la Señora Presidente de la Nación, a la Señora Ministra y a las autoridades del INAI por cumplir con la palabra y nos enorgullece enormemente por ser ciudadano partícipe de todo esto”, manifestó.

Mientras que el presidente del INAI, Daniel Fernández, resaltó el fuerte compromiso que tomó el Tinkunaku y el Instituto para llegar a esta instancia de reconocimiento. “Las autoridades de las comunidades que vienen luchando fuertemente por fortalecer su organización y por impedir que los intereses económicos fracturen a la comunidad hoy nos sentimos con la obligación de estar presentes. El gobierno nacional está empeñado en reparar muchas deudas históricas en nuestro país, se esta trabajando en eso. Se va acercando cada vez más también la reivindicación plena del despojo, de la exclusión de los pueblos originarios argentinos”, manifestó Fernández.

También reconoció la lucha histórica que vienen sosteniendo frente a los intereses económicos imperantes en defensa de las tierras. “Sabemos que el tema de la tierra es vital para los pueblos, y sabemos también que es parte de una larga lucha por recuperar lo perdido, lo que fue arrebatado. Por las que han tenido que luchar contra el símbolo de uno de los poderes económicos más poderosos de la Argentina, que reinaron en la década del conservadurismo, del fraude, de la entrega de la Nación Argentina, el conocido Robustiano Patrón Costas, dueño de los Ingenios y adueñado de los territorios que pertenecían a los pueblos originarios. Hoy se han logrado que Diecinueve Mil Hectáreas, que no completa la totalidad de lo reclamado, pero que se va acercando cada vez más al territorio ancestral, sean devueltos a sus legítimos dueños”, manifestó el presidente.

En el marco de la lucha latinoamericana

Fernández, subrayó también la lucha de las comunidades del Tinkunaku como parte de los cambios que se vienen gestando en el continente. “Tengo en mis manos la copia de la sentencia judicial del Juez que ordena la inscripción a título de la comunidad Tinkunaku de manera única, es un símbolo de una lucha muy profunda que ustedes vienen llevando adelante. También es un símbolo de los nuevos tiempos que nos toca transitar, con optimismo, con esperanza, con unidad latinoamericana. Están soplando otros aires en Latinoamérica, sobre todo en los países centrales, frente a un mundo que nos dominaron y que hoy están sufriendo producto de su propio egoísmo, la caída de un sistema”, enfatizó.

Al cierre hubo desfile colorido de alumnos de la comunidad frente a las autoridades presentes, como así también danzas autóctonas y complas que pusieron alegría al emotivo acto.


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